Revolcadores (Murcia)

jueves, 27 de marzo de 2014

Las rutas urbanas en el Valle de Ayora-Cofrentes

Con el desarrollo del turismo rural y la puesta en valor de su patrimonio, hemos visto como muchos municipios han desarrollado iniciativas encaminadas a la difusión de sus recursos a través de las rutas. En este sentido se encuentran las rutas urbanas que, a través de recorridos diseñados por el entramado de calles, pretenden enseñar los principales elementos patrimoniales con los que cuentan.
Un ejemplo de la creación de estos nuevos recorridos urbanos lo encontramos en la comarca valenciana del Valle de Ayora-Cofrentes donde tres de sus municipios ya cuentan con este tipo de rutas:

- Cofrentes. Ruta del patrimonio.



sábado, 15 de marzo de 2014

Ruta Cavanilles (Moncada)


DATOS TÉCNICOS:

Nombre: Ruta Cavanilles.
Municipio: Moncada.
Distancia: 7,08 kms.
Duracion: 2h 15'.
Desnivel acumulado: 60 m.
Altitud mínima: 43 m.
Altitud máxima: 92 m.
Fecha: 27 de febrero de 2014.

ACCESO AL INICIO DE LA RUTA:

Moncada se encuentra a solo 11 kilómetros de Valencia. Se puede llegar al municipio por distintas vías. Una de ellas es salir de Valencia por las avenidas Pío XII y Cortes Valencianas para tomar la carretera CV-35. Se abandona esta vía por la salida 5 dirección Burjassot (nord) / Godella / Rocafort, por la CV-31. Después de cruzar Rocafort por las calles Dr. José López Trigo, Maestro José Dolz, y Ramón y Cajal, seguimos por la VV-6046 hasta Massarrojos. Tras pasar esta pedanía llegamos a Moncada, y por las calles Badia y Sant Vicent Ferrer alcanzamos la ermita de Santa Bárbara, inicio de la ruta.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:



Moncada se encuentra en la comarca de l’Horta Nord, dentro de la llanura litoral valenciana formada por los continuados aportes sedimentarios de los ríos Turia, Júcar y Palancia principalmente, y de otros ejes hídricos secundarios como el Barranc del Carraixet. Su término municipal ocupa una extensión de unos 15,8 km2 y su superficie presenta algunas pequeñas elevaciones en su parte norte y oeste. La mayor cota de altitud se alcanza en la zona más occidental, en el Tos Pelat, a 92 m.s.n.m., lugar ocupado por los íberos para construir su oppidum,  término en latín que hace referencia a los poblados construidos en elevaciones y que se encuentran fortificados o amurallados.

La Ruta Cavanilles, también denominada Moncada y las observaciones del botánico Cavanilles, es un sendero paisajístico e histórico de unos siete kilómetros de longitud y poca dificultad. La mayor parte del recorrido es lineal aunque tiene una parte circular en el paraje de les Vinyetes. Transcurre por la parte más occidental del término, cerca del límite con los términos de Bétera y Valencia. El itinerario es un homenaje al ilustre botánico y naturalista valenciano Antonio Josef Cavanilles, autor de las Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia (1795-1797), obra que fue fruto de las excursiones realizadas por Cavanilles durante 20 meses entre los años 1791 y 1793. La ruta pretende seguir sus pasos por Moncada, por un paisaje que ha ido cambiando por la acción del hombre.


Salimos de la ermita de Santa Bárbara, edificio religioso de principios del siglo XVIII localizado al norte del casco urbano, y nos dirigimos al cruce de las calles Barcelona y Daniel Comboni, donde se encuentra el cartel informativo de la ruta. Se continúa hacia el norte por esta última calle, y se pasa bajo un gran algarrobo que hay en el paseo. Poco después, las indicaciones nos mandan cruzar la calle hacia la izquierda y, tras dos giros más adelante, alcanzamos el camí dels Fornets de la Calç. En este camino, en un lugar donde aflora el suelo rocoso, se pueden apreciar unas hendiduras talladas en la roca. Se trata de unas carriladas que cuentan con más de 2.000 años de antigüedad realizadas por el continuo paso de carros, ya desde época ibérica, y que denotan la importancia de este camino como punto de conexión entre la costa y el interior para el comercio de productos como el vino y el aceite, y de piedra y cal de las canteras próximas en épocas más recientes.


Continuamos por el camino, entre campos de cultivo, y pasamos por Masies, una zona de residencias realizadas en terrenos que antaño estaban ocupados por vegetación natural y por cultivos. Al girar hacia el oeste e ir dejando atrás estas viviendas, nos encontramos, a la derecha del camino, una construcción circular realizada en piedra en seco. Este tipo de caseta de piedra recibe el nombre, en esta zona, de catxerulo.
Unos sesenta metros más adelante llegamos a una bifurcación de caminos donde podemos ver un poste informativo. Nos encontramos en el paraje de les Vinyetes, en el que actualmente predominan los algarrobos. Sin embargo, el topónimo de “vinyetes” nos ofrece cierta información de la importancia que tuvo el cultivo de la vid en esta zona durante siglos, en convivencia con los olivos, posteriormente con los algarrobos y, más recientemente, con naranjos. Desde este punto, vemos al frente, una pequeña loma amesetada hacia la que nos dirigimos. En la bifurcación escogemos seguir por el camino de la derecha hacia el Tos Pelat, y más tarde regresaremos a este mismo punto por el camino de la izquierda.

 
Siguiendo las indicaciones, en pocos minutos llegamos a la base de la loma donde un cartel, junto a un gran algarrobo, nos informa que estamos dentro del perímetro del entorno del yacimiento ibérico del Tos Pelat, declarado Bien de Interés Cultural en 2005. Subimos una pequeña cuesta y alcanzamos la parte superior donde ya podemos contemplar el resultado de las excavaciones realizadas en el yacimiento, que se encuentra vallado. Para concertar la visita al Tos Pelat se debe llamar con antelación al Museo Arqueológico Municipal de Moncada, al teléfono 96 130 17 52. La visita guiada, por el director del museo, dura cerca de una hora.


El yacimiento, con una extensión cercana a las tres hectáreas, se encuentra a 92 m.s.n.m., punto más elevado de esta pequeña colina. Llevadas a cabo nueve campañas de excavación, en el año 2009 se realiza una puesta en valor de este oppidum. El poblado estuvo ocupado entre finales del siglo VI hasta mediados del IV a.C. sin que se conozcan todavía las causas de su abandono. Su posición en el territorio es estratégica al encontrarse cerca de la costa y a medio camino entre otras ciudades como Edeta (Llíria) y Arse (Sagunt), lo que seguramente le hizo jugar un papel importante en el comercio de la zona, como así atestiguan los restos de cerámicas de origen fenicio, púnico y griego encontrados. Las excavaciones han sacado a la luz dos viviendas completas, parte de otras dos y un trozo de calle. Las viviendas son de un tamaño considerable y cuentan con siete y nueve habitaciones. El poblado se encontraba rodeado de una potente doble muralla de piedra en la que aparecieron adosadas dos torres. En las cercanías al yacimiento se encuentran las conocidas canteras del Tos Pelat, que explotadas durante siglos, abastecieron de piedra y cal a la ciudad de Valencia y otros sitios de la comarca. En ellas aún se observan marcas de la extracción manual de la roca.

Tras la visita volvemos a bajar la cuesta y vamos de nuevo hasta el camino con un poste indicador por el que vinimos. Giramos hacia la derecha y seguimos por un tramo rectilíneo hasta una curva pronunciada junto a la que encontramos la estructura de una noria de sangre. Este sistema de regadío consistía en la extracción de agua de un pozo por medio de la tracción animal.


Seguimos por el camino y poco más adelante llegamos a la bifurcación del paraje de les Vinyetes. El regreso hasta la ermita de Santa Bárbara, punto inicial y final de la ruta, se realiza por el mismo camino por el que vinimos, deshaciendo los pasos del primer tramo del sendero.